Leanlo.. si tienen ganas xD.. Aunque es un poco largo, pero parece que esta bueno
Nueve y media y aún no llegaba nadie. Más que esperado. Lo normal era llegar media hora, una hora, hora y media después. Mientras más tiempo pasará, más gente te vería llegar. Así funciona la mente de mis compañeros de curso. Es por eso que no me cabían dudas respecto a que recién a las diez o quizás a las diez y media llegarían. Mis padres estaban lejos así que no importaba, no tendríamos que escuchar la voz de mi madre preguntando si estábamos bien cada media hora o las advertencias de mi padre al decirnos que hacíamos mucho ruido.
Mientras me ponía unos aros, comenzó a sonar mi celular. Contesté sin fijarme en quien era y escuche la voz del Pablo llegando a mis oídos.
- Alo Natalia. Soy el Pablo. Estoy cerca de tu casa con algunos, y queríamos saber si necesitabas algo.. Si querías que compráramos alguna cosa en especial
- Ehm.. No. No te preocupes. Yo tengo acá de todo..
- ¿De todo?, preguntó
- Si. De todo. Nos vemos. Chao
Le corté antes de que preguntara nuevamente. La idea no era que trajeran cosas para tomar. Si no, la casa quedaría terrible y mis papás volverían al día siguiente. Estaba comenzando a cuestionarme si había sido buena idea proponer mi casa como el lugar para la fiesta. Terminé de arreglarme con calma. Ordené un poco los cojines que estaban sobre mi cama y baje a la cocina para sacar algunos vasos y ver que cosas usaríamos.
Al fin sonó el timbre. Tomé las llaves que estaban sobre la mesa del comedor y camine con calma hacia la puerta. Al abrir encontré a
- Acá está
Luego miró a su hija y le tomo el brazo. Ella, un poco avergonzada, se soltó de su padre y se ubico a mi lado. Luego tras pensarlo unos segundos, se dirigió a su papá
- Ya papá. Gracias por traerme. Nos vemos
- Karina, escucha. Cualquier cosa me llamas. Ya sabes que te vengo a buscar a la hora que sea
- Ok. Puedes irte papá
Se despidió haciendo un gesto con la mano y me apuró para que entráramos a la casa. Cerró la puerta y sonrío.
- Menos mal. No sabes lo que me costo convencerlo de que me dejara venir.
- Me imagino, le contesté riéndome. Tu papá es un tanto exagerado
- Mi papá está loco, me corrigió dejando la bebida sobre la mesa.
Algo en ella había cambiado. No era mi amiga si no que por el contrario éramos muy lejanas. Pero aun así, me fije en como su seguridad era un poco más fuerte y como hablaba levantando un poco más el volumen de la voz. Miraba hacía al frente y no hacía el suelo. Quizás también sentía que estaba diferente porque no la veía oculta bajo un montón de ropa gris o acompañada de las trenzas tan características que usaba todos los días en el colegio.
- ¿Quieres algo mientras los demás llegan?, le pregunté
- No. No gracias, respondió. ¿Te ayudo?
- No. Si ya esta todo bien, siéntate no más y esperemos a que lleguen los otros.
Mientras
- ¿Puedes abrir tú?, le pedí
- Claro
Fue rápidamente hacía la puerta. La estaba mirando de reojo, en realidad quería que se sintiera un poco más en confianza y pudiera ser un poco más abierta con los demás que llegaban.
- Hola Karina, gritó el Pablo desde la puerta. ¿Te dejaron salir del claustro por un rato?, le preguntó sin piedad
- Si. Parece, respondió ella bajando la cabeza y mirando hacía el suelo.
- Y Bien.. ¿Dónde está la dueña de casa?, preguntó el Pablo nuevamente hablando muy fuerte
Se dirigió a mi y me abrazo con fuerza. Tras él, con dos bolsas cada uno estaban
- Trajimos unas cosas, dijo maliciosamente. ¿Está bien supongo?
- Depende, respondí mirando con recelo las bolsas.
- Sólo cosas para tomar Marcela. No te preocupes amiga
Luego se sentó al lado de
- Que bueno que estés acá. No le diremos a tu papá nada de lo que pase en esta junta, así que puedes soltarte las trenzas, le comento mientras le tocaba el pelo y notaba que no lo tenía amarrado
Ella no dijo nada y mantuvo silencio. Estaba incómoda y pude notarlo con facilidad. Me dirigí a su lado y me senté junto a ella. Intente alejarla un poco de los comentarios un tanto imbeciles del Pablo que siempre eran muy molestos.
- Ya. Nosotras vamos a sentarnos acá y ustedes van a servirnos bebida.
El Pablo se río y se fue a la cocina con sus amigos. En ese momento, sonó nuevamente el timbre. Me levante y fui a abrir, esperando que por fin fuera
Pero no era así. Esperando en mi puerta y tomados de la mano, la nueva pareja del curso y comentario infaltable de toda la semana.
- Pasen. Están en su casa, les dije indicándoles que entraran con la misma falsedad con que
Ella con una actitud un tanto desafiante y con la misma seguridad que note que tenía desde el primer momento en que la vi, se paseó por todo el living de mi casa saludando a cada uno de los que habían llegado. En cambio, el Andrés siempre más tímido solo dijo un “hola” general y se sentó en el suelo. Venía con el pelo un poco más desordenado que cuando estábamos en el colegio y con los pantalones que tanto me gustaban. Intente no mirarlo mucho y tras decirles que se acomodarán, me fui hacia la cocina.
- Pablo, ¿aún acá?
- Si. Es que estaba probando algunas cosas. Nada más, dijo riéndose
- Ten cuidado, ¿ya?. Y te voy a decir una sola vez, no molestes a
- Si sé Marcela. Es solo para que
- No la ayudas mucho, dije mientras tomaba un poco de bebida con tono de reproche
El Pablo llevó las botellas al living y yo lo ayude. Estaban todos los que habíamos invitado, excepto
- ¿Y
- ¿La ves acá?, le respondí
-
- ¿Y esta niñita hablaba?, preguntó
- Si. Hablo, replicó
No pude evitar lanzar una carcajada al aire. La cara de
-
Ella llegó con el pelo totalmente liso y con un bolso en su espalda. Estaba arreglada por completo y sonreía. Después de un abrazo que le dio al Pablo, me llamo.
- Lo siento por demorarme. Se me paso la hora
- Claro, le dije un tanto enojada
- Es verdad Marcela. Además no creo que haya pasado nada muy malo sin mi
-
- Wow. Me he perdido de mucho entonces. ¿Vino el Andrés?, preguntó susurrándome al oído
- Si. Está ahí con esa perra, le respondí enojada. No se para que la invitaste
- Jajajaja. ¿Crees acaso que el Andrés está muy cómodo?. Depende de cómo actúe hoy veremos que onda po Marcela. No puedes ser tan pava!
- Ya.. espero resulte de algo. Mira que esa estúpida esta contaminando todo el aire de mi casa con su mala onda.
Al final estaban todos. El Pablo, con su pelo desordenado y su ropa suelta. Los pantalones bien abajo y los cordones desatados. Su poleron café, a pesar de todo, no era tan feo como otros que tantas veces le había visto que usará. A su lado,
Sólo el Pablo quebró las conversaciones de a dos, para intentar unirnos como grupo. Se puso se pie y nos habló a todos entusiasmado.
- Tengo un juego, comentó riéndose
- ¿Cuál juego?, pregunté sin saber que pasaba por la mente de él
- Uno muy entretenido.. Espérenme voy a ir a buscar mi mochila y vengo
Todos lo esperamos intentando imaginar que cosa inesperada podría tener el Pablo en su mochila. Según
Llegó sonriendo y un poco mareado. Tría la mochila entre sus brazos y luego se sentó en el medio del living, mirándonos a todos y recibiendo rostros expectantes que esperaban que nos contara que tenía en mente
- Todos tienen que jugar eso si. Si uno no juega, no juega ninguno.
- Dinos cual juego es antes eso si, dijo el Andrés hablando por primera vez en toda la noche
- No. No se puede. Antes todos tienen que prometer que jugaran. Sólo así se los puedo mostrar…
- Quizás que cosa tienes ahí, no estoy segura. Mejor no juego, dije
- Nooo. Tonta, no es nada malo, respondió el Pablo mientras me dedicaba una sonrisa de confianza
Nos miró a todos entretenido. Luego comenzó a abrir el cierre de la mochila, pero se detuvo y lanzó una carcajada.
- ¿Van a jugar o no?
- No se, dije
- Yo si, dijo
La miré con extrañeza y pensé que quizás era mejor que ella no hubiera venido.
- ¿No ves Marcela?. Hasta
- Yo si, dijo
- Yo también, acepto
- Nosotros también, dijeron
- Tengan cuidado con la alfombra, les advertí
- ¿ Y tú Andrés?. Tampoco vas a jugar sólo porque tu ex polola lo dice, preguntó el Pablo
Andrés se congelo y no dijo nada. Yo también sentí que me subía toda la sangre a la cabeza y que me ponía completamente roja.
- Bueno, yo también voy a jugar, dije
- El Andrés entonces es el único que falta, dijo
- Si. Voy a jugar, respondió el con la voz un tanto apagada y avergonzado aun
Sólo entonces el Pablo abrió el cierre por completo y sacó de la mochila una bolsa de papel. La miré con un poco de miedo. Sentía que este tipo medio borracho y bastante loco nos traería sólo problemas.
- Esto se llama “La ruleta rusa”, dijo riendo y mostrándonos lo que había dentro de la bolsa de papel.
Una pistola, en las manos del Pablo. Una pistola recibiendo las miradas de todos. Una pistola el juego y una pistola mi mayor miedo.
- Estas loco, le dije asustada y levantándome del sillón en que estaba
- No Marcela, ya no hay vuelta atrás. Dijiste que ibas a jugar y juegas, gritó el Pablo con un rostro enfurecido y poniéndose de pie. Me tomo el brazo con fuerza y me obligo a que me sentara.
Estaba borracho y fuera de control.
- No Pablo. Esto es demasiado loco y no vamos a jugar, dijo acercándose a él y tratando de calmarlo y acariciándole una de las mejillas. Pásame la pistola, yo la voy a dejar en otro lado y seguiremos pasándolo bien y nadie se acordara de esto. ¿Cierto?, nos preguntó buscando ayuda entre los demás
- Si. Claro que si, dijo
- Si. Pásale la pistola a
- No. No. Gente mentirosa y asustadiza, gritó soltándose de
Comenzó a dar vueltas lentamente con la pistola entre sus manos y apuntándonos a cada uno con ella. Estaba agitado y la respiración en él era tan fuerte que hasta yo podía escucharla
- Se mueven y le disparo a cualquiera, ¿Ok?, preguntó con desesperación. Siéntense alrededor mío ahora, ordenó.
Todos nos movimos con miedo y precaución. Yo por mi parte me ubique entre
- Piensen que sólo uno no terminará vivo. No todos como sucederá si es que intentan hacerme algo, así que relájense y piensen un número del 1 al 7 rápido, comentó con suavidad y dirigiéndose a
Se sentó entre el Felipe y
- No me mires Rocío, no me mires, decía riéndose en la cara de ella que estaba pálida. Bueno. Ya les di tiempo suficiente. ¿No creen?.
Saco de su zapato un papel y lo mostró a todos, levantándolo en el aire y respirando muy fuerte.
- Acá, dijo con voz grave, escribí antes de venir un número que sólo yo sé. El que adivine el número podrá elegir quien comienza el juego. ¿Divertido o no?
Nos miró y tras pensarlo le hablo a
- ¿Número?
- No se. Aún no lo elijo, dijo nerviosa
- Rápido, gritó
- Tres
- ¿Número?, se dirigió a mi
- Siete, dije sin pensarlo y solo imaginando que la fecha de mi cumpleaños sería la que me salvaría por un momento
- ¿Número?, preguntó al Andrés
- Cuatro, dijo rápidamente y con seguridad apretándome con más fuerza la mano
- ¿Número?, preguntó lanzándole un beso a
- No sé Pablo. No sé. Mejor dejamos esto hasta acá y es mejor para todos
- Di un número Sofía, mira que no porque me gustes te voy a dejar afuera de esto. Si no que al contrario, me encanta verte nerviosa
- No te voy a decir un número, gritó ella
El Pablo se puso de pie y se dirigió a ella, la abrazo por detrás y le puso la pistola en la cabeza
- ¿Número mi querida Sofía?
- Dos, dijo ella mientras unas lágrimas le caían por las mejillas
- Bueno. Van quedando menos, sólo el Felipe,
- Jajajaja. Claro que si. Así la niña cuica aprende a que no siempre le haremos caso en todo
- ¿Número Palomita?
- Cinco, dijo ella riéndose aún en la cara de
- ¿Y tú Felipe?
- Seis, respondió mientras aspiraba el humo de un cigarro
Volvió a sentarse en su puesto y luego, miró hacía todos lados. Tomó un poco de lo que tenía en su vaso y encendió un cigarro.
- ¿Y tú Rocío, que número eliges?
- El único que queda po` weon. El uno, dijo con rabia
- Jajajajaja. Esta enojada la niña, que miedo
El Felipe y
- ¿Qué les parece si vemos el papel?, nos interrogó con curiosidad. ¿Quieren?
- Si queremos, dijeron
Al Andrés me apretó la mano con fuerza y me sentí un poco más tranquila.
El Pablo tomó el papel y lo abrió con lentitud, mientras
- Y bueno Andrés, ¿quién comienza?, preguntó
El Andrés se quedo en silencio y mirando sus zapatos. Estaba colapsando y todos lo pudimos ver. El Pablo esperando su respuesta comenzó a decir
- Supongo que a
- Cállate weon, dijo el Andrés
- Jajajaja. Si sabes que es verdad, dijo
Dejo de mirar el suelo y comenzó a decir con pesadumbre
- Ya elegí. Si. Estoy seguro, quiero comenzar yo
- No, grité con desesperación
- Si, comienzo yo y se acabo, me dijo
- Bueno.. bueno. Si así lo quieres, vamos hacía la derecha avanzando, dijo
Todos estábamos en silencio, excepto el Pablo que tarareaba “la hora de decir adiós” y se mofaba de la situación.
Yo no sabía que hacer, si abrazarlo o quedarme así perdida. Él en cambio, antes de tomar la pistola se acercó a mi lado, me tomó las manos y me abrazo sin pensarlo dos veces. No vaciló al ver la sorpresa de
- Bueno. Vamos, dijo cerrando los ojos y poniéndosela en la sien.
Se aferró con la otra mano a mis dedos y apretó el gatillo. Sentí que me quedaba sin respiración y que se me acababa el mundo, pero no paso nada. Él abrió los ojos y respiró con fuerza. Luego puso la pistola en el centro del círculo y me dijo
- Te dije que no me iba a pasar nada malo, aseguró un poco nervioso aún
Yo sólo pude sonreír. Aunque aún tenía mucho miedo, quedaban algunas personas antes que llegara la pistola a
- Señorita Rocío. Es su turno, dijo el Felipe mirándola fríamente y luego diciéndole a
Ella no se puso nerviosa. Estaba esperando su turno con ansias y tras tomar un largo trago de una mezcla que habían hecho en los vasos, tomó la pistola y sonriendo apretó el gatillo. Nada pasó.
Era el turno del Pablo, que con tranquilidad tomó la pistola y cuidadosamente la acaricio por un rato. Comenzó a decirnos con tono entretenido
- Esta pistola amigos me la regalo mi papá. Si. El viejo weon me dijo que como yo pasaba tanto tiempo solo era mejor que tuviera algo con que defenderme. No saben cuantas veces pensé como usar el gran regalo que me había dado mi padre. Si matarlo a él una de las pocas veces que fuera a la casa era la solución, pero me di cuenta de que lo quería. Si, quería al viejo weon. En cambio a ustedes, no los quiero. Excepto a mi Sofía linda que la adoro. ¿No les ha parecido divertido el juego?. Quizás sea yo el que muera y no tendré que rendir cuentas a nadie
- Claro que no, le dije desesperada
- ¿Ah no?, ¿no te diste cuenta acaso de que el Andrés aún te quería a ti?. Que tonta eres Marcelita!
- Eso no tiene nada que ver, respondí
- Tiene todo que ver, me dijo el Pablo sonriendo
Tomó la pistola tranquilamente, nos saco la lengua a todos y apretó el gatillo mientras aguantaba la respiración. Cerró los ojos y cuando notó que nada había pasado, se rió a carcajadas.
- Ni siquiera para matarme sirvió esta wea. Mi papá no sirve para nada.
- ¿Porqué si quieres matarte, no lo haces tu solo?, preguntó
- Por que así es más divertido, ¿o no mi niña?
- No Pablo. Aún es tiempo, olvidemos esto
- Nooo. Aún no es tu tiempo, pero algunos ya lo han hecho. ¿Porqué tú no?
- No quiero
- No me importa, dijo pasándole la pistola al Felipe que también la había estado esperando.
Él se saco el gorro y se arreglo un poco el pelo. Luego sin miedo, apretó el gatillo. En silencio esperé que fuera él, si él. Pero no, no paso nada y me estaba comenzando a asustar aún más. El Andrés ya se había alejado por completo de
Cuando el Andrés sacó las manos de mis oídos y yo destape mis ojos, vi como el Felipe me sonreía y estaba de lo mejor, con su gorro puesto y fumando un cigarro.
- Quédate ahí. Ahora, gritó
- Cálmate, le respondió el Andrés
- Que se quede ahí. Si. Vamos Sofía, tu turno, dijo
- No quiero hacerlo. No quiero Pablo.
Él le quito la pistola de sus manos y se acercó a ella. Se ubico a su lado y después de besarla en la mejilla le dijo
- Te dejaría no hacerlo, podría hasta pensarlo. Pero.. resulta que no eres nada mío, como tantas veces lo repetiste, ¿no?. Hazlo ahora o lo hago por ti
- No lo voy a hacer, respondió mi amiga
- Entonces lo hago yo, respondió el Pablo afirmándola con fuerza por detrás y poniéndole la pistola en la sien. Ahora cierra los ojos y no te preocupes, que si pasa algo ya vas a estar muerta.
No me podía mover porque el Andrés me tenía afirmada, pero no podía soportarlo. Mi amiga en las manos de un maniático, con los ojos cerrados y a punto de quizás recibir un balazo en la cabeza. Cerré los ojos, realmente esperando no tener que escuchar un balazo.
Después del Andrés me dijo
- Listo, no paso nada.
- Sofía, grité
- Estoy bien, estoy bien, me dijo aún entre los brazos del Pablo que no la soltaba
Sonreí. Estaba feliz hasta que note que hasta ahora la bala no había salido y solo quedaba una persona antes de que fuera mi turno. Decidí no pensar y esperar solamente.
- Karina. Querida!, dijo el Pablo dirigiéndose a ella en un tono cariñoso, es tu turno
- Lo sé, respondió ella tomando la pistola entre sus delgadas manos. Se saco los lentes y los puso en mis manos. Tenlos por favor, me dijo.
- Tranquila. Tienes que estar tranquila, le pedí
- Lo estoy, pronunció con convicción.
Aún así sus manos temblaban y su rostro demostraba que estaba asustada. Seguramente pensaba en que su padre había tenido razón, no debía haber venido a mi casa.
Se tomó el pelo en un moño, abrió los ojos y ubicó la pistola en su cabeza. No dijo nada y la apretó. El único sonido que sentí fue el de un auto tocando la bocina fuera de mi casa, aparte de eso nada más.
Sentí que me venía el mundo encima. Nadie había muerto y cada vez eran más las opciones de ser la persona que recibiría la bala. Era mi turno y no estaba tranquila.
Sentí que todos me miraban y que algunos incluso, esperaban que fuera yo la que muriera tal como lo había deseado yo.
Andrés solo me tomó la mano y yo, con nervio y si dejar de sentir que todos me miraban, la puse en mi sien.
No supe exactamente como apreté el gatillo, ni como con sorpresa me di cuenta de que seguía viva. El Andrés me abrazo y yo sólo pude soltar un llanto que tenía aguantado desde que el juego había comenzado.
Cuando vi a los demás, recibí una sonrisa inmensa de
Me extraño la expresión del Pablo, que me sonreía sin parar.
- Que bueno Marcelita, ahora pásale la pistola a tu amorcito, dijo fascinado
- No. Ya todos lo intentamos y creo que es suficiente..
El Pablo se dirigió a mi con la mirada detenida, los ojos le brillaban y parecía a punto de explotar.
- Tengo yo la pistola, así que me da lo mismo, le dije con un poco de miedo
- Pásamela, me pidió mientras se ponía de pie y se acercaba a mi
- No. Ten cuidado, le dijo el Andrés tomando la pistola
- Pásamela ahora Andrés, no me hagas que te la quite, le advirtió
Se acercó rápidamente y le quito la pistola de las manos.
- Bien. Bien, tienes razón. Todos lo intentaron y aún así, siguen todas las mierdas vivas. Incluso yo, la peor de todas las basuras que están acá en tu casa Marcelita. Lo pensé y creo que
Se ubico en el centro del círculo, se puso la pistola en la cabeza y comenzó a contar.
Uno, apretaba el gatillo. Dos, lo volvía a apretar. Nada pasaba y yo comencé a sorprenderme.
- ¿Acaso están tan locos que no son capaces de ayudar a su amigo?, les grité desesperada y viendo la escena sin poder entender que clase de persona eran
El Pablo siguió unas tres veces más. Pero nada pasó. Extrañado, Andrés se puso de pie y le quito la pistola de las manos.
La abrió y la tiró al suelo.
- Maricón, le gritó al Pablo furioso
- Jajajajaja. ¿Porqué?, respondió él fascinado
- No tiene balas!, nos dijo a todas que estábamos perplejas sentadas en nuestros lugares.
- No. ¿Realmente pensaron que estaba tan loco?, nos preguntó a todas que estábamos reventando.
- Weon tonto!. No puedes hacer eso, le grité sintiendo que un peso enorme se había ido.
- Pensé realmente que me iba a morir, dijo
- Jajajaja, no podría manchar una alfombra tan linda como está con la sangre de alguno de nosotros po Marcelita, tranquilízate y tomemos un poquito más. Que el juego ya se acabo.
4 comentarios:
O.O
uy, es que este escrito está muy re-bueno :)
me gustó montones, en serio :o
estaba más metida con la histora xD quería saber quien se hiba a morir xD
bueno, saludos! cuidece y nos estamos leyendo ;D
Epa!!,Javierita!, de qué estamos hablando, dime. Quién eres, quién eres tú, y esta habilidad?, es tuya?, no puede ser!. Guárdate bien, bajo siete llaves, es todo.
jojo me encanta!
y soy tan seca antes de que estuviera listo ya sabía el final ;D jajaja que loco el mundo xD.
hace tiempo que no posteaba! O= no me retes!!! xD pero de verdad siempre visito tu blog ..aunque no lo creas!!
te quiero fro...este post es lo mas berp del mundo ._. lo siento =P
me encanto tu mini historia..que proximamente sera un gran cortometraje!!! jajaja
besos
sigue escribiendo como siempre!!!
y como tantas veces lo he dicho ...eres seca!
byee!
ctmmmmmmmmm
casi me muero wnnn x.x
esta demasiado bknnnn
mil suspenso
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