miércoles

=)

De repente se acaba la carita en forma de U hacia abajo, y gira en un instante indeterminado. Un año atrás la vida era un ir y venir de conversaciones sin sentido que se transformaban en más que palabras, y poco a poco te iban creando un edificio lindo dentro de tu mente.

Es raro crecer, es raro cambiar. Tiene sabor amargo mientras lo vas tragando, pero después deja una sensación tan dulce. Mientras los instantes pasan y uno no es capaz de mirar hacia atrás por terror a ver en lo que se equivocó, se va formando cada parte de nuestro ser. Hoy en día, me siento como un verdadero charquican, y eso que hace tiempo que no me sentía tan así. Debe ser la fecha que trae tantos intentos vanos de resumir en pocas palabras un montón de ellas que se resisten a ser sintetizadas.

El año ha sido una mezcla de contradicciones, de dudas, de vacíos, de cariños que llegaron en el momento justo. Hoy por primera vez haré lo que hace tiempo quería escribir pero que no me atrevía. El miedo se vuelve en el peor de nuestros enemigos cuando queremos superar las cosas, y se transforma en una sombra que nos persigue de manera constante.

Ayer fui al cementerio. Después de no sé cuantos meses, porque nunca supe exactamente que día murió mi abuela ni que mes fue. Cuando me dijeron que estaba enferma, siguió todo normal; fui a la U, rendí pruebas, la iba a ver a diario, le hice cariño, le toque las orejas diciéndole orejona porque adoraba la forma de sus orejas, camine pensando en como se me iba lo que más quería en la vida, comí sin sentir sabores. Pero perdí totalmente la noción del tiempo, quizás por miedo a que eso se quedará pegoteado a mis recuerdos y que ningún recuerdo bonito que hubiera tenido con ella pudiera superarlo. La muerte de alguien que amamos es un doler que se te queda atascado en la garganta, que no pasa ni con leche ni con jugo. Está ahí, de forma constante y vuelve como una visita no agradable a situarse en ese lugar cada vez que evocas ese momento. No se puede reemplazar el hecho de que una persona con sólo escuchar tu voz sepa que no estás bien, o que si te hace cariñito en la cabeza te haga sentir en el lugar más seguro y agradable del mundo.

Esperé a sentir que tragaba el dolor, a que esa pelota de angustia indestructible bajara, pero se quedó ahí, estancada. Lamentablemente no se puede vivir la vida entera evitando afrontar la realidad. No se puede pasar instantes preciosos evitando algo que ya es obvio, y que se transforma en un recuerdo.. Es mejor afrontar la realidad, sufrirla como se debe y aprender de eso. Eso fue lo que aprendí ayer.. Porque aunque sea horrible intentar y volver a intentar escuchar la voz de una persona que amas en tu mente, y no lograrlo, la vida entera que esa persona te dedicó te acompañará para siempre.

Hoy quiero escribirle a mi abuela, a mi Yaya. A la mujer que me enseñó que es mejor ver lo hermoso de la vida y poner una sonrisa por encima de cualquier mala vibra. La que me insistió toda la vida en que no pescará a las personas que te quieren hacer el mal, que mientras tu entregues el bien, eso se te retribuirá. A la que me dijo que no había nada mejor para el alma que la risa y un bailecito. A esa persona maravillosa que me mostró que lo bueno está en todos lados, y que los amigos son una pieza fundamental. El día de su misa no le pude escribir algo digno de ella, me dijeron que tendría que hablar y siento que quede en deuda con ella. La amo y la amaré por siempre, y tal como ese mismo día dije, el tener una sonrisa en la cara siempre que se pueda, es lo mejor que puedes hacer por ti y por los demás. Entregar cariño, significará siempre, recibirlo.





4 comentarios:

Felipe dijo...

qué bonito lo que escribiste, y más que decirte que tu abuela estaría orgullosa por saber que has seguido lo que ella quizo enserñarte...
Que estés bien javiera, trata de pensar en eso, que lo bueno que hagas te será retribuido, aunque tengamos que recurrir de nuevo al ya infinitamente citado "Tiempo"

Anónimo dijo...

Hermoso tu posteo. ¿Se lo digiste cuando vivía? Si fue asi te felicito. Pienso que se lo dijiste muchas veces.

Voknahelio dijo...

No. No quedaste en deuda con tu abuelita, ella lo sabe y lo comprende desde el lugar en el que esté. Y creeme que se siente feliz de eso que llevas dentro de tí, orgullosa porque una parte de ella quedó aquí. Cuando uno pierde un ser querido claro siempre va a ser doloroso, pero también esas pérdidas te ayudan a fortalecerte en cantidad.
El día en el que te dediques a escribir, ella va a estar ahí también junto a tu otra abuelita y como siempre. Como te dije esa vez, los lentes empañados y todo eso.

Feliz no sé, pero feliz :D

Anónimo dijo...

No sabes cuanto te entiendo...

Mi abuela fallecio 5 días antes de que diera la PSU y siento que no aproveche el tiempo con ella.

Me encantaría ir y decirle ahora que voy a ser mehcona de derecho y versu cara de felicidad pues ella, hace mucho tiempo, también lo fue...

Pero lo quwe no dije quedo alli y no lo dije, pero puedo comunicarme con ella... y eso me tien tranquila, muy en paz conm igo misma

POrfavor sita de II de derecho, no se vayan al chancho con el mechoneo (si, si quede jejeje)

Saludos, nos vemos en Pio Nono el año que sigue