jueves

Llego el momento..!!! Y no lo logre ¬¬

Esto ya lo puse en mi anterior blog.. Lo sé. Pero hoy leía algunas cosas antiguas, y me acorde de todo lo que boté escribiendo esto. Por eso, lo vuelvo a poner en mi actual blog ^^

Estoy.. enojada.. Se cumplio el plazo (mas bien se cumplira en 2 días), y yo no creo que llegue a los 100.. ¬¬!!!

Pero bueno.. tengo 95 y eso, es bueno de todas maneras.. En fin, probablemente no se entienda de lo que hablo.. Para eso, lease el 1er comentario de todo este blog..

Por ahora, es todo
Me despido..

Aios! *




... El viento acariciaba mi rostro con ternura. Como todas las noches era dulce y tenía un suave aroma a soledad. Mis ojos cerrados y perdidos entre mis miedos no deseaban ver la belleza de la Luna y solamente esperaban rodearse de silencio para poder sentir el aliento del mar tocándoles los párpados. Cada espacio de mi pálida piel estaba plagado de dolor. No quería mirar mis uñas ni mis manos. Sabía que en ellos encontraría ríos de letras que traerían fríos y agudos recuerdos
a mi mente.

- No es verdad. Olvídalo, -dije en voz baja.

Giré mi cuerpo y me senté sobre la playa. Mis ojos, cerrados aún, gritaban por un poco de
compasión. Aquella imagen estaba grabada en mis pies, en mi estómago y en mis sueños.
No salía de mí, por más que lo intentara. Aunque caminara todas las noches por este lugar.
Aunque me bañara todos los días en tu perfume. Aunque diera mis manos para que me besaras.

- No es verdad. Olvídalo, - me repetí con cautela.

Mis ojos permanecían cerrados. El aire frío pero dulce, lograba traerme recuerdos alucinantes.
Aquellas noches en que sentía que mi cuerpo desprendía luz y cuando mis pies no tocaban el
suelo. Esos momentos en que solo una palabra tuya lograba elevarme hasta las alturas para
luego lanzarme al mar y dejarme ahí, flotando y disfrutando del momento.

-No existe, - pronuncié.

Pero no me convencía. Era imposible que ese rostro, tu rostro hubiese desaparecido de mi
mirada. Por eso no quiero mirar el mar. No es lo mismo si no estás junto a mí. Sí , tu respiración con olor a limón está lejana de mi nariz pequeña. Nada es igual si tus manos de plata no se juntan con las mías. Si tu ternura se ha ido y me ha dejado, sola y mirando el mar. El aire ya no logra acariciarme con el cariño de antes ni la arena logra subir por entre mis piernas hasta llenar cada orificio de mi cuerpo suavemente. Nada es igual.

Con cuidado me puse de pie y comencé a caminar. Con mis manos sobre mis oídos, para
que el único sonido que lograra llegar hasta mis tímpanos fuera, el de mi corazón latiendo
ansiosamente por encontrarte.

- No existió, - grité.

Estas palabras resonaron por toda la playa. Chocaron contra las estrellas y volvieron hasta
el lugar de donde salieron, entraron a mi boca y se perdieron allí. En mi mente plagada de confusiones y recuerdos solo primaba una imagen, un olor. Un cuerpo, unas manos. Unas palabras.

Eras tan capaz de inyectar en mis venas la emoción y de congelar mis huesos con sólo un movimiento delicado, que temía que si aparecieras frente a mí en aquel momento, lograría expresar mi emoción de una manera: haciendo que una lágrima cayera por mis ojos y bajara hasta la arena con cuidado y extrema delicadeza.

El mar aullaba como todas las noches y la Luna, desplegaba sus encantos para conquistar a cada poeta que la observaba desde sus pies. Abrí mis ojos y miré al cielo. Acaricié las estrellas con mi aliento y lloré. Tomé el cuchillo que tenía guardado en mi bolso y tomé mi negro cabello. Lo corté y saltando lo desparramé por la playa.

- Maldita Luna, - grité - pero su belleza lograba conmoverme.

En mi mente, hace unos minutos que una escena se repetía y repetía.Tu voz retumbaba en mis oídos y tu aroma cítrico estaba colapsando mi sentido del olfato. Aquellas palabras tejidas con oro estaban cruzándose por mis ojos y no podía evitarlo. Sólo pude repetir:

- ¿Cómo puede la Luna mirarme desde lejos y esperar a que no la quiera tener entre mis ojos?

Con mi voz se oía mucho más lejano que con tu voz. Las palabras no salían por tu boca, si no que se escapaban por tus ojos. Caminé con cuidado por la arena. Acaricié mi cuello y pasé el cuchillo, frío y liso, por mis piernas. Posé el filo en mi nariz y me quedé así, esperando que el viento me moviera. Pero no lo hizo. Después de unos segundos escuché que algo se agitaba detrás de mí. No miré.

- No existió, grité - .

Tapé mis oídos con mis ásperas manos y grité nuevamente.

- No existió. No existes -

Aún así estaba ansiosa por girar mi cabeza y ver si estabas ahí. Esperándome. Con una flor
abrazada a tus venas y esperando que juntos, fuéramos tres entes en una. Quizás habías vuelto a mi lado, a envolverte con mi miedo y a protegerme con tu fuerza. A lo mejor, ya no eras sólo aire y estabas dispuesto a besarme como siempre lo habíamos deseado. Como cada vez habíamos planeado que sucediera. Tal vez, te habías convencido que para la locura y para el horror, la realidad no era la mejor medicina; que éramos inmunes a la verdad y que nada podía rodearnos cuando nuestro abrazo se conformara. Que sólo la luna era capaz de desviar nuestra atención y que mis manos frías y ásperas sólo cambiarían si se rodeaban de tu dolor. Quizá, habías decidido volver.

Mientras imaginaba todo lo que sucedería una mano se posó en mi espalda y me invitó a sentir
el dolor de la verdad. Mi cabeza giró y mis lágrimas se secaron con el viento. Creí que tus ojos
chocarían con mi frente y tu respiración me envolvería al igual que antes. Pero no, no eras tú.
Tu aroma a limón no llegó hasta mis fosas nasales y mis ojos al ver la oscura realidad, solo
desearon volver al comienzo de todo. Nada más quería ser parte de tu luz y cubrirme de
tu calidez. Pero me lo prohibiste. No llegaste. Me mentiste y te perdiste poco a poco.
confundiste tu olor característico con el del mar y borraste tus manos de cada espacio de mi
cuerpo. Dejaste de respirar a mi lado y tus historias de la luna y del sol contaminaron cada
espacio de mi corazón para poner enfrente de mi rostro la verdad. Ya no estabas junto a mí. En mi mente sonaba tu voz gritando junto a la mía.

- No es verdad. Olvídalo.- No existe, no existió.

Sólo deje que mis pestañas chocarán contra mis mejillas y me desprendí de tu olor. Tomé el
cuchillo firmemente y comencé a caminar con tu sombra sobre mi espalda. Ahí encima de mis
hombros, recordándome el dolor.



4 comentarios:

le petite nuage dijo...

me carga esa publicidad inutil
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bueno 95 no esta mal ^^ son casi 100...y bueno te falto poco! casi nada!!!

eso lo habia leido antes...lo mandaste para el concurso que no ganamos!! xD en fin, gano el niño rubio, pero comimos canapes y tomamos bebida gratis...fue un buen momento a pesar de la derrota

te quiero mucho...
cuidate y bueno si por esas cosas de la vida logras los 100 tenemos que celebrar!!

bye

pAu dijo...

Hola!!!

Muy lindo Blog!

Yo tmbn escribo...
pero me demotivo con facilidad.
En fin...siempre vuelvo a escribir!

Cuidate y pasate por mi blog!

ByE!

francisco josé dijo...

mi niña!! llegaras a los 100. Eso requeriere mucha inspiración y tu la tienes. Me fascina tu sensibilidad y tu capacidad creativa. Contaminame con ella!!!
No me suprimiras, no?
Un beso

Nachitaxxx dijo...

hey nena, 95 no es malo!
yo jamas he podido ordenar lo que escribo... seria un buen plan intentarlo.
y para el spam, o esa gente estupida que deja propaganda inservible, en la opcion de comentarios puedes poner agregar verificación en word, eso no pueden hacerlo los spam.
eso, besos.