I.O.A

Me gustan los colores. Me gusta Les ondes Martenot y su canción hippienta. Los colores en mi ropa, en los cintillos, en las flores, en las micros del Transantiago, en las poleras de la gente, en las mariposas mariposientas que florecen con la primavera, en los ojos ajenos, en los aros de pelotitas, en los destacadotes que se acaban rápidamente, en los papelitos que se pegan en los códigos, en los lápices para destacar, en los helados de agua, en un tutti fruti que se come en verano, en los calcetines rayados de duende, en mis sabanas alegres, en el arco iris que se formó en el partido, en las canciones que se escuchan a las 2:44 de la mañana, en los estuches y bolsos artesanales, en los pañuelos que carecen de empatia con mi cuello, en las agendas Pascualina, en las casattas de tres sabores, en las banderas tropicales, en los pinches de las pokemonas, en el mundo de Bob Esponja y en las plasticinas más tóxicas.

Antes te odiaba, pero hoy puedo decir, grande Javiera Mena